
El pavo: antes, ahora y siempre
Una nueva oda al pavo está ocurriendo en la CDMX, con una misión clara: transformar un alimento subestimado en una experiencia culinaria inolvidable.
¿Y si no fuera solo para diciembre?
El Día de Acción de Gracias inaugura cada año la temporada en la que nos reunimos alrededor de una gran mesa, con el pavo al centro. Pero, ¿por qué esperar hasta diciembre para disfrutarlo en todas sus formas, si esta ave ha estado presente en las mesas de nuestras tierras desde tiempos ancestrales? En Tenochtitlan, mucho antes de ser Ciudad de México, el pavo ya era protagonista.

El origen del pavo
Lo que pocos saben es que este platillo del centro de mesa tuvo su origen hace siglos en el centro de lo que hoy es México. La Meleagris gallopavo mexicana (su nombre científico) es la especie de la cual derivó el pavo moderno y se crió desde hace más de 2.000 años en Mesoamérica, la región que abarca desde el centro de México hasta el norte de Costa Rica, ya que la fauna domesticada contaba exclusivamente con dos especies: el perro y el pavo. Con la colonización se fue la costumbre de consumir carne de perro, en cambio, el pavo se quedó en la cultura culinaria prehispánica y colonial.
Una nueva Oda al Pavo
Hasta el día de hoy, el pavo es un plato que se acostumbra en celebraciones muy variadas, cocinado al horno en las cenas navideñas principalmente en las ciudades, o en mole en bodas de pueblos más tradicionales, y decimos que hasta “el día de hoy” porque ha llegado una nueva oda al pavo en la CDMX con el único objetivo de transformar un alimento subestimado en una experiencia culinaria inolvidable.

¿Por qué elegir pavo?
El pavo no solo tiene historia. También es una proteína versátil, saludable y deliciosa. Es una carne blanca magra, especialmente valorada por su bajo contenido en grasa y alto contenido en proteínas.
Saludable, completo y delicioso

Alto contenido proteico
Ideal para mantener y desarrollar masa muscular y saciar más que otros alimentos con igual cantidad calórica.
El pavo contiene todos los aminoácidos esenciales, lo que lo hace ideal para deportistas, personas mayores o en recuperación muscular.
Esto lo pone al nivel de otros alimentos como el huevo, el pescado o la carne de res en cuanto a calidad proteica.
Bajo en grasa
Si se consume sin piel es muy útil para dietas de control de peso o colesterol. Tiene menos grasa saturada que carnes rojas.
Rico en vitaminas del complejo B
Especialmente B3 (niacina) y B6: esenciales para el metabolismo energético y funcionamiento del sistema nervioso.
Fuente de triptófano
Aminoácido que favorece la producción de serotonina, ayudando al estado de ánimo y al sueño.
Alto contenido en minerales
Zinc: favorece la inmunidad.
Selenio: antioxidante que protege las células del cuerpo.
Versatilidad culinaria y fácil digestión
Aceptado en dietas para personas con estómagos sensibles. Puede prepararse de muchas formas saludables: al horno, hervido, a la plancha.
Para todas las edades
Por ser bajo en grasa y suave al paladar, es excelente en dietas de niños, adultos mayores y personas con problemas digestivos.

Propiedades por cada 100 g
Energía: 135 kcal
Proteínas: 30 g
Grasas totales: 1-3 g
Grasas saturadas: 0.5 - 0.7 g
Colesterol: 70 - 80 mg
Sodio: 50 - 60 mg
Hierro: 1.2 mg
Zinc: 2 mg
Niacina (B3): 10 mg
Vitamina B6: 0.7 mg
Triptófano. 0.25 g

Pavorosso, pavo todo el año
El nuevo concepto gastronómico que está transformando la manera en que pensamos en el pavo. El restaurante es innovador y único en su tipo, pues ha llegado a demostrar que el ave puede ser el protagonista de la mesa todo el año.